El 8 de octubre de 2021 siendo las 18:39 hs., se convirtió en un día de luto para la familia López Gil y la comunidad Cordobesa de Laboulaye. Elías López Gil, un joven de 23 años, perdió la vida de manera trágica en un accidente vial que sacudió a toda su familia, amigos y conocidos.
El hecho ocurrió en la ciudad de Laboulaye, en la intersección de las calles Tucumán y Belgrano. Elías manejaba con total precaución (dato que está probado en la causa) su moto Yamaha 125 negra, siendo embestido por el conductor Roberto M Barreta, quien no respetó las normas de tránsito.
Elías no tuvo oportunidad de reaccionar. Fue embestido, y aunque sobrevivió al momento del atropello murió minutos más tarde.
La noticia del fallecimiento llegó rápidamente a su mamá. Cuando Miriam recibió el cuerpo de Elías, al día siguiente del crimen vial, éste estaba en mal estado, y las irregularidades que se notan a simple vista en la historia clínica de aquel día, encendieron las alertas, poniendo en dudas la hipótesis del accidente.

A pesar del dolor por la pérdida de su hijo, actuó desde un primer momento con la cordura necesaria como la oficial de tránsito que fue tiempo atrás. Su paso por los medios de comunicación cordobeses donde se había desempeñado como cronista, le sirvieron para encarar la lucha mediática que lleva adelante en búsqueda de dar visibilidad al caso de su hijo. También aprendió a leer expedientes sobre criminalística, a escribir denuncias, documentos y exposiciones. Durante todo este tiempo nunca pudo ser mamá y duelar a su hijo, por que debe estar entera para lograr la justicia que Elías merece.

Giro temprano en la causa: “¡Esto no fue un accidente, acá paso algo más!”
Esta fue la afirmación que se hizo Miriam al detectar las irregularidades que por su investigación se convirtieron en muchas de las pruebas de la causa; algunas rechazadas por la fiscal del caso, sobre quien también caben dudas. Esas irregularidades pueden distinguirse entre las del momento y lugar del crimen y la secuencia de acciones desde el traslado al hospital hasta el deceso de Elías.
Momento del atropello: R Barreta no llamó a la asistencia médica, en su lugar llamó a políticos de su entorno (en ese tiempo se desempeñaba como chofer del entonces Ministro de Agricultura y Ganadería de la Provincia de Córdoba). En los minutos siguientes se hace presente la policía, quien recién llama a la ambulancia. R. Barreta no es demorado, ni se le hacen los dosajes de alcohol y/o narcóticos en sangre correspondientes, continuando sus funciones de forma habitual hasta el día de la fecha.
El traslado al hospital, hasta el desenlace: Elías fue trasladado en ambulancia hasta el hospital Ramón J Cárcano de Laboulaye. Detrás de la ambulancia se trasladó, por sus propios medios, R Barreta acompañado por su mujer, quien era concejal en la misma ciudad. Cuando se le da ingreso en el hospital, “por error” la firmante consiga en la historia clínica el nombre de otro nosocomio (Hospital San Antonio de Padua).
Las anomalías continuaron: Elías fue ingresado a radiología sin un profesional especializado presente en el momento. Sus familiares lograron verlo desde lejos y sintieron que reclamaba su presencia, pero no pudieron acceder a la sala para acompañarlo. Sorprendidos observaron la presencia en el interior de R Barreta y su esposa.
Las atenciones recibidas no fueron las correspondientes para las lesiones que había sufrido, y en medio de numerosas irregularidades, dudas y sospechas de encubrimientos, Elías finalmente falleció esa misma tarde.
Elías era un joven lleno de vida, con un futuro prometedor en la comunicación, estudiante de 3° de la licenciatura en Comunicación Social, en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, de la Universidad Nacional de Córdoba, trabajaba para asistir a su familia. Su sonrisa y su alegría eran contagiosas, y tenía muchos sueños por cumplir, incluso planificó un proyecto social, una casa de cobijo para estudiantes universitarios de bajos recursos.
La familia López Gil, devastada por la pérdida, clama #JusticiaxElias . Mas allá de lo particular de este caso, exige medidas más estrictas para prevenir este tipo de tragedias. «Queremos que su muerte no sea en vano», manifestó su madre. «Queremos que se promulgue la ley Elías, para considerar la imagen del crimen vial, dentro del código penal y que ningún otro ser humano sea víctima de este tipo de delitos».
